La cuperosis produce la dilatación de los pequeños vasos superficiales de la piel, situados en la capa superior de la dermis. El término médico correspondiente a estas dilataciones vasculares es telangiectasias.
La red de vasos superficiales dibuja una telaraña hecha de estelas lineales rojizas en el rostro. Ciertas disposiciones de esta red pueden variar en función de cada persona y su tipo de piel, edad, la temperatura o las variaciones térmicas internas y externas. Los vasos serán más o menos grandes y de colores que van del rojo vivo al violeta azulado.
La topografía facial varía, aunque con mayor frecuencia guarda cierta simetría: las alas nasales se ven afectadas ocasionalmente, los pómulos son la zona predilecta y en las mejillas se manifiesta de manera general. Sin embargo, la cuperosis puede aparecer en cualquier parte del rostro. Cuando las telangiectasias son difíciles de distinguir a simple vista y el enrojecimiento predomina, entonces hablamos de eritema o rojeces.